Mallorca vive en enero dos de sus fiestas más emblemáticas y vistosas: las celebraciones de Sant Antoni y Sant Sebastià. El día de la festividad de Sant Antoni es el 17 de enero y la mayoría de pueblos de la isla se suman a esta celebración haciendo fogatas en la calle y torrando al fuego sobrasada y botifarrons, los embutidos más típicos de Mallorca.
La festividad de Sant Sebastià es el día 20 de enero y se celebra solo en Palma, la capital de la isla, ya que San Sebastián es el patrón de la ciudad.
Desde Hotel Predi Son Jaumell os explicamos en qué consisten las dos celebraciones. ¡Os recomendamos salir a la calle a vivirlas y disfrutarlas si tenéis la suerte de visitar Mallorca durante el mes de enero!
“Sant Antoni i el dimoni...”
A pesar de que la festividad de Sant Antoni es el día 17 de enero, la fiesta empieza la víspera, la noche del 16. Los pueblos en los que más se celebra Sant Antoni son los del este de la isla de Mallorca: Sa Pobla, Manacor, Capdepera, Pollença y Artá. ¡No dejéis de visitarlos durante esas fechas si pasáis el invierno en Mallorca!
En todos ellos el 16 de enero por la tarde empiezan a encenderse hogueras en las calles y plazas, y la gente se reúne alrededor de ellas para torrar, beber vino y cantar “gloses” populares de esta fiesta como, por ejemplo, ‘Sant Antoni i el dimoni’. Las letras de estas “gloses” van acompañadas de una ‘ximbomba’, un instrumento que emite un sonido muy peculiar y muy típico de la isla.
Las hogueras se encienden de manera tradicional para quemar al demonio, que simboliza el triunfo de San Antonio sobre el mal, ya que el diablo le tentaba a dejar la vida cristiana y de curación a los animales, pero San Antonio resistió. Durante la víspera de la fiesta de Sant Antoni, es muy típico que algunas personas y agrupaciones se disfracen de demonios y se vayan paseando por el pueblo mientras bailan y persiguen a la gente para asustarla.
Antiguamente la carne que se torraba en las hogueras encendidas la noche de Sant Antoni provenía de la matanza del cerdo y era básicamente sobrasada y los botifarrones y el lomo del animal. Otra comida típica de la fiesta de Sant Antoni son las cocas con pimientos y las ‘espinagades’, que son parecidas a las empanadas pero muy picantes.
Además, Sant Antoni es el patrón de los animales. Debido a ello, durante la tarde, día 17 muchos pueblos organizan las tradicionales “beneïdes”, que consisten en bendecir a los animales, una tradición que arranca en la Edad Media cuando la ganadería era vital para el buen devenir de los pueblos, y con este rito se aseguraba el bienestar de los animales.
Sant Sebastià, patrón de Palma
Sant Sebastià se celebra solo en Palma, ya que es el patrón de la ciudad. La fiesta de Sant Sebastià está muy ligada a la de Sant Antoni. En su víspera, la noche del 19 de enero, también se encienden hogueras y miles de personas venidas de todos los puntos de la isla se reúnen para torrar productos locales
En el caso de Sant Sebastià, las hogueras simbolizan una historia diferente a la de Sant Antoni. En este caso rememoran las hogueras que se hacían para que el santo quemara todos los gérmenes pestilentes de la ciudad y así acabar con la peste.
Además de las hogueras, la música es el plato fuerte de la fiesta de Sant Sebastià. Durante la noche del 19 de enero, víspera de la fiesta, las plazas del centro de la ciudad se llenan de escenarios y decenas de grupos musicales hacen conciertos durante toda la noche.
El 20 de enero, el día del patrón, se hace una misa en la Catedral de Palma. Esa misma mañana, también es muy popular la Diada Ciclista, donde ciudadanos de todas las edades hacen una ruta por Palma en bicicleta. Ya por la tarde noche se celebra la gala de entrega de los ‘Premios Ciutat de Palma’, en los que se reconoce la labor llevada a cabo por personas o asociaciones en distintos ámbitos de la cultura.
